El mesotelioma epitelial es una forma rara de cáncer que se causa por la exposición al amianto. El amianto es una fibra mineral frecuentemente usada en materiales tales como los aislantes de la construcción dada su fortaleza y resistencia al calor. Sin embargo, cuando los materiales que contienen amianto son dañados y las fibras son inhaladas, un efecto amenazador para la salud tiene lugar. El mesotelioma epitelial es la forma más común de cáncer derivado de la exposición al amianto y tiene mejor perspectiva que los otros dos tipos –sarcomatoide y bifásico/mixto. Sin embargo la media de supervivencia tras el diagnóstico es escasamente un año.
El tejido epitelial es la membrana que recubre los órganos internos y da cobertura a todas las partes del cuerpo. Los síntomas del mesotelioma epitelial son vagos y depende de que órganos y que área del cuerpo está afectada. Las células cancerígenas pueden formarse en el corazón, que es lo que se llama mesotelioma epitelial, en el tejido de los pulmones que es lo que se llama mesotelioma pleural o en el abdomen refiriéndonos entonces al mesotelioma abdominal. En rara ocasiones los tumores se forman en los testículos, denominándose entonces mesotelioma testicular
Dependiendo de que área esté afectada, los síntomas varían y pueden ser desde una limitación en la respiración, dolor en el pecho e hinchazón abdominal. Los síntomas pueden ser leves e indistinguibles respecto a otras enfermedades más comunes por lo que el diagnóstico de cáncer en muchas ocasiones no se alcanza hasta sus últimos estadíos, cuando es menos tratable.
Los tratamientos agresivos tales como la cirugía y la radiación pueden ser mucho más efectivos en sus primeros estadíos y los estudios han demostrado una supervivencia más allá del 50% tras cinco años durante la Fase I. Dado el conocimiento de que una detección precoz es viable para obtener un mejor pronóstico. Si una persona presenta síntomas indicativos de un mesotelioma pleural y se sabe que ha estado expuesto al amianto, se requerirá que se agoten los medios de diagnóstico.
Diagnosticar un mesotelioma epitelial es una tarea dura. El cáncer puede ser confundido con un adenocarcinoma, otro tipo de cáncer epitelial que tiene características similares a uno de los subtipos del mesotelioma, el mesotelioma glandular.
Los exámenes radiológicos y patológicos, así como recabar datos sobre una exposición anterior al amianto se usarán para diagnosticar el cáncer. A los pacientes igualmente se les someterá a un sistema de imágenes usando inmunohistoquímica, o cualquier otra técnica inmunológica para estudiar el marcador del tumor.
La citología y la biopsia con agujas también se utilizan como técnicas para saber si el paciente tiene un mesotelioma epitelial, sin embargo suelen ser inefectivas porque se necesita coger una muestra grande del tejido afectado para determinar el subtipo de mesotelioma. Otros procedimientos médicos tales como exámenes internos o biopsias de la cavidad pulmonar, también conocidos como toracoscopia ayudará a distinguir entre un mesotelioma epitelial y un adenocarcinoma.
El tipo de tratamiento que más efectivo será en la lucha y prevención del esparcimiento de las células dependerá de la severidad del cáncer y de donde está localizado en el cuerpo. La quimioterapia por sí misma no se ha probado que sea un tratamiento efectivo pero puede ser usada en conjunto con la radiación o la cirugía. La función de la quimioterapia y de la radiación es reducir la presencia de las células cancerígenas pero al mismo tiempo dañan a las células sanas con lo que se producen muchos efectos secundarios.
La cirugía puede ayudar a aliviar el dolor de los pacientes que se encuentran en las últimas fases del cáncer que padecen. Además la cirugía puede ser un intento de cura o de mejorar el pronóstico de longevidad. Es extremadamente importante discutir los beneficios y los riesgos de las opciones de tratamiento con los médicos de manera que se tenga la mejor información posible
En función de la forma, tamaño y estructura el mesotelioma se divide en distintas categorías. La más común es el mesotelioma epitelial deciduoide. Originalmente se trató de casos que afectaron a cuatro mujeres jóvenes que no habían estado expuestas al amianto. Todos estos casos se ubicaron en el peritoneo y se consideró que este subtipo, dada su morfología única, no estaba relacionado con el amianto.
Sin embargo de acuerdo con el estudio publicado con una publicación médica de la Universidad de Texas, cuatro casos de tres hombres y una mujer con edades de entre 46 y 78 años, presentaron este subtipo deciduoide en el mesotelioma que padecían. Dos de esos cuatro pacientes habían estado expuestos al amianto. Estos hallazgo indican por tanto que esta variante de mesotelioma epitelial no está limitada a una población específica y ni si quiera al peritoneo.
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