Trabajadores del metro reclaman a TMB más contundencia contra el amianto

Que el problema del amianto no caiga en el olvido. Esto es lo que persigue un grupo de trabajadores del metro de se ha constituido en asociación para reclamar a Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) más contundencia en sus actuaciones relacionadas con este material, que cuando se desprende es altamente peligroso para la salud y sigue presente en algunas instalaciones del suburbano aunque desde hace unos años se está retirando. La entidad se propone seguir muy de cerca lo que se está haciendo para resolver este problema, que ve insuficiente. En ciertos puntos, asegura, la empresa incumple los compromisos adquiridos, un extremo que esta niega.

La Asociación de Trabajadores Expuestos o Afectados por Amianto de la Metrópolis de Barcelona (Atea-amb) ha sido presentada este martes en la sede del Col·lectiu Ronda, el despacho de abogados que la asesora. Impulsada por once empleados, ya cuenta con un centenar de socios, entre ellos doce que han desarrollado patologías compatibles con la exposición a las fibras de asbesto del total de 28 inscritos en el registro de la empresa por contar con pruebas radiológicas que dan pie a esta posibilidad. TMB no reconoce que trabajar en estas condiciones sea la causa directa de las citadas alteraciones en la salud, sólo admite que podría tener relación.

Los impulsores de esta entidad de trabajadores del metro censuran que la empresa metropolitana de transporte público no actualiza los datos de posibles afectados desde el 2019.  Están convencidos de que hay más casos que los oficiales y que no se concentran solamente en el área de personal de mantenimiento y proyectos, la única que la dirección contempla que tiene personal en riesgo. TMB lo niega. Actualmente, 1.032 trabajadores están en el programa especial de vigilancia de la salud porque desempeñan su labor en estas zonas en las que todavía hay elementos con amianto.

El programa de vigilancia para los empleados expuestos se está desplegando con falta de transparencia, denuncia Atea-amb, que también considera que no se está cumpliendo el acuerdo a que llegaron la dirección de la empresa y los sindicatos para reubicar a posibles afectados y darles la posibilidad de acceder a una situación de ausencia retribuida cuando cumplan 58 años y hasta llegar a la edad de jubilación.

TMB asegura que a los trabajadores con pruebas radiológicas que indicaban alteraciones relacionadas o no con el amianto se los reubicó, excepto a los que ya estaban en puestos de trabajo donde no hay ningún tipo de posible contacto con el amianto, tal y como se pactó con los representantes de los trabajadores.

"Después de hacernos las revisiones, nunca nos entregan nuestros informes médicos, simplemente recibimos una llamada del neumólogo contratado por TMB que nos da el parte por teléfono", lamenta Ángel Pobo, uno de los promotores y presidente de la asociación. Este empleado asegura que una vez solicitó el documento “y por pesado me concedieron una visita presencial” en la que el citado profesional médico “me admitió que esto de no entregar los informes eran órdenes de arriba". Además, añade, “no se está lavando la ropa que ha podido estar expuesta tal y como se acordó”.

Las fuentes de la dirección de TMB consultadas aseguran que a todos los empleados que están en el programa de vigilancia se les dan informes periódicos y en cuanto a las visitas al neumólogo siempre se entregan los resultados de las pruebas y, cuando se les da el alta, los informes pertinentes. En cualquier caso, subrayan, esta documentación está a su disposición siempre que se solicite.

Pobo hace 18 años que trabaja expuesto al amianto y le han diagnosticado placas pleurales bilaterales, un enfisema leve y engrosamientos de las placas en ambos pulmones, todas ellas patologías ligadas a la exposición a este material. TMB lo reconoce como trabajador potencialmente expuesto. No es el caso de otro miembro de la asociación, Antonio Rosique, a quien, según explica, le aseguran que su trabajo no tenía posibilidad de contaminación por asbesto y tenía que tratar sus patologías de forma externa.

Atea-amb también se dirige a los ocho sindicatos con representación en el comité del metro de TMB para que, en palabras de Pobo, "dejen de lado sus discrepancias internas y vayan unidos ante un problema de salud de gran relevancia, seguramente el más importante que se ha vivido en la empresa". En este sentido, considera "imprescindible" la creación de una mesa técnica que aborde con urgencia todas las cuestiones relacionadas con el amianto en la compañía. Desde la compañía se recuerda que, tal y como se acordó el año pasado, ya se celebran reuniones mensuales específicas de amianto con salud laboral, representantes de los trabajadores, expertos externos... y, además, en los comités de seguridad y salud se tratan cuestiones relacionadas con este problema.

La empresa de transporte público asegura que ya ha retirado el 75% del amianto de las instalaciones de la red de metro. En toneladas, el 80% ya está retirado, se ha confinado o es inaccesible. Hasta ahora se han detectado 460 toneladas de asbesto y se han retirado 279 (el 60%). Hay confinadas o inaccesibles 90,5 (el 20% del total). En cuanto al material móvil,  se están haciendo pruebas con nuevos trenes para sustituir todos los vehículos contaminantes.

Fuente: www.lavanguardia.com

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